En estos meses desde que dejé mi trabajo uno de mis objetivos era acostumbrarme a salir de mi Zona de Confort, a realizar cosas o adquirir hábitos que en principio sabía que me sentiría incómodo pero que era necesario hacer si quería crecer como persona.
En estos meses he conseguido:
- Levantarme 6 días a la semana a las 5:30 de la mañana.
- Ir a entrenar al Gimnasio a las 8:00.
- Conseguir llevar un modelo de alimentación sano e inteligente.
- Hacer un curso de inmersión lingüística en inglés de una semana de duración en el que llegué a perder 4 kilos del stress.
- Obligarme a ser más sociable.
- Instaurar un sistema de Gestión del Tiempo que aunque no sea perfecto, me sirva.
- Meditar todos los días al menos 15minutos.
- Ducharme con agua fría.
- Acudir a un Casting (Estuve en el casting de “Juego de Tronos”).
- Dar las gracias y valorar las cosas que cada día me ha dado la vida.
Todos estos viajes fuera de mi zona de confort me han permitido:
- Que actualmente tenga un cuerpo más sano del que he tenido en toda mi vida.
- Que pueda comunicarme en inglés con mucha más soltura.
- Que me sienta más cómodo en ambientes sociales con gente desconocida y no me ponga nervioso.
De todos modos trato de conseguir que “salir de la zona de confort” y superar el “flinch” se convierta en un hábito en si mismo, buscando hacer esas cosas que aunque me resulten incómodas sé que me van a ayudar en mi crecimiento.
Las próximas cosas que quiero hacer son:
- Saltar en paracaídas. Ya tengo fecha y hora para este sábado.
- Conseguir contagiar mi motivación a la gente que tengo a mi alrededor.
- Escribir con más frecuencia en el blog.
- Viajar más al extranjero.
- Aprender a ser más tolerante
Además me he apuntado a los cursos sobre hábitos de perseverancia y de atención plena de Homo Mínimus, que seguro me van a aportar excelentes experiencias para continuar con mi crecimiento.
En la vida, cada uno de nosotros podemos decidir que edad queremos tener, queremos seguir siendo curiosos, imaginativos como cuando éramos niños y disfrutar de cada segundo que nos regala la vida, o queremos ser unos vejetes renegones que se quejan de lo que podía haber sido su vida y de las oportunidades que han dejado escapar. Está en nuestras manos, y da igual los años que tengas, nunca, jamás es tarde para cambiar.
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